domingo, noviembre 12, 2006

La ciudad de las sombras


No son ni las dos de la mañana; las calles del carcomido San José aún huelen a fiesta.
Transito por la ciudad de las sombras; sí, se han apoderado del lugar, ahora son sus territorios.
Durante el día son las quimeras de los transeúntes, pero aún así no dejan de ser más que la carencia de luz; imperceptibles a la conciencia.
Con forme la capital entra en soñolencia, ¡toman el control!.
Aquellos que son los desechos del día, imponen sus códigos “salvajes” gracias a la complicidad de indiferencia. Hacen trillo en medio de la soledad.
Son una comunidad; una, a la que luz desvanece de la realidad.

1 comentarios:

Denise dijo...

Dice Javier Marías en uno de sus libros que le gusta ese momento en que las luces de la calle todavía están encendidas pero ya es de día. Esto tuyo suena a la versión josefina, con sus variantes del límite entre dos momentos, aunque todavía sea de noche.